El Beso Absurdo
Te he escrito un poema.
No es gran cosa.
Me salió como una premonición,
Entre lágrimas y sonrisas.
Te lo escribí porque
Por el momento me quieres,
Porque eres brillante, y bella,
E indescriptible.
Abrí el diccionario
Y busqué palabras elocuentes
Que te describan. Ni modo.
Página sobre página pasaba
Tal cual los años antes de conocerte:
Rápido, sin sentido.
Recordé que érase una vez
No te conocía, no podía
Comer la fruta de tus palmas,
Y me puse triste y hambriento.
Te he escrito un poema
Para decirte lo que te quiero.
Es un poema que escribí
Para acercarme a ti
Para que si un día
Dividiéramos caminos,
Una y otra vez en verso te pudiera besar.
Abrí mi corazón
Y busqué el porqué de las cosas.
Volví a mis raíces y lamenté
La muerte del pasado;
Tu voz anandamina va sin rumbo
Por el viento de desaparición
Como los restos de una cremación
Que tuvo lugar hace mucho tiempo.
Te he escrito un poema.
No te lo puedo leer.
Guarderé silienco, como un querido
Demasiado lloroso como para
Dar su encomio.
¿Qué puedo decirte, mi querida,
Tú que eres como un párajo cuyo pío
Es un regalo que le das a tantos, a tantos,
Pero me niegas a mí?
Nuestro conocimiento fue
Una sobrecarga de energía
Corriendo por un cable conductivo
Que se rompe en dos por
Su propia lógica predestinada,
Y estas palabras preparadas
Se amargan sobre
Mi lengua nostálgica.
Ahora eres inalcanzable.
Las aguas Atlánticas corroen
Mi corazón sin litoral;
El email, el mensaje de voz,
La carta emborronada,
El trino y ululato y alarido
Va sin respuesta.
A veces una imposibilidad ineluctable
Engatusa con un mareo diabético.
O, ¡Ojalá pudiera darte un beso absurdo
De rocío y fuego
Antes de que mis labios se sequen
Llevando baratijas de sal
A un mar vacío y sin fin!
Lunes, 1 de agosto de 2005
The Preposterous Kiss
I’ve written you a poem.
It’s nothing great.
It spilled forth like a premonition,
Between tears and smiles.
I wrote you because
For the moment you love me,
Because you are brilliant, and beautiful,
And indescribable.
I opened the dictionary
And searched for eloquent words
To describe you. No luck.
Page after page passed me by
Like the years before I met you:
Quickly, unintelligibly.
I recalled that once upon a time
I did not know you, could not
Eat the fruit of your palms,
And I grew sad and hungry.
I’ve written you a poem
To tell you how much I love you.
It’s a poem I wrote
To get nearer to you,
So that were we one day
To part ways I could, in verse,
Kiss you again and again.
I opened my heart
And searched for the meaning of things.
I returned to my roots and mourned
The death of the past;
Your anandamide voice
Dithers on the vanishing wind
Like the remains of a cremation
That took place long ago.
I’ve written you a poem.
I can’t read it to you.
I hold my tongue, like a loved one
Too tearful to deliver his encomium.
What can I say to you, my dear,
You who are like a bird whose chirp
You gift to so many, so many,
But deny to me?
Our acquaintance was a power surge coursing
Through a conductive wire
Split in two
By its own predestined logic, and
These prepared remarks
Go bitter
On my nostalgic tongue.
Now you are unreachable.
The Atlantic waters
Corrode my landlocked heart;
The email, the voicemail,
The smudged letter,
The warble and ululation and howl
Go unanswered.
Sometimes an ineluctable impossibility
Entices with diabetic wooziness.
O, how I long to give you a preposterous kiss
Of dew and fire
Before my lips go dry
Bearing trinkets of salt
To an empty, endless sea!
Monday, August 1, 2005
Updated and finalized
Monday, April 9, 2018
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