Granada
I have dreamed of Granada
And her Roman streets of mucus and neglected stones,
The high fever of her summer,
And the inedible olives of her femininity.
How I miss your oil, your dust, your bread!
Granada has forgotten me.
It’s been so long since I’ve wandered
Her mountains and caught her buses,
Since I’ve disguised myself in the dry heat
Of her forlorn pianos playing on the ashes
Of Federico García Lorca.
I have dreamed of her
Over and over again.
Not the Granada of museums.
Not the Granada of fountains and guitars.
Not the Granada linked to me
By planes, by roads, by trains.
No, not that one.
I have dreamed of the Granada
Of my youth, the ink that spilled like semen
Into the infertile pages of well-worn memory.
I want to swallow the Flamenco dancer’s sweat.
I want the bull’s heat on my skin.
I want to shiver in the Sierra Nevada
And die of heat stroke on the open plain.
And I want to take a final sip of Andalusian breeze
Before that long night drops anchor
And time stays put like a reluctant vessel.
Do you remember all those naïve promises
About moons, about eyes, about eternity?
Granada, are you still there?
Granada, where have you gone!
Written on Sunday, April 29, 2018
Granada
He soñado con Granada
Y sus calles romanas de moco y adoquines descuidados,
La fiebre alta de su verano,
Y los olivos inedibles de su femininidad.
¡Cuánto echo de menos tu aceite, tu polvo, tu pan!
Granada se ha olvidado de mi.
Hace tanto que no recorro
Sus montañas, que no cojo sus autobuses,
Que no me disfrazo del calor seco
De sus pianos desolados tocando las cenizas
De Federico García Lorca.
He soñado con ella
Una y otra vez.
No la Granada de los museos.
No la Granada de fuentes y guitarras.
No la Granada que está vinculado a mí
Por los aviones, por las calles, por los trenes.
No, no ésa.
He soñado con la Granada de mi juventud,
La tinta que se derramó como semen
En las páginas infértiles de la memoria bien gastada.
Quiero tragar el sudor de los bailarínes de flamenco.
Quiero sobre mi piel el calor del toro.
Quiero temblar en la Sierra Nevada
Y morirme de golpe de calor en la llanura.
Y quiero tomar un último sorbo de la brisa andaluza
Antes de que la noche larga tire ancla
Y el tiempo se quede quieto como un buque reacio.
¿Te acuerdas de todas esas promesas ingenuas
Sobre las lunas, sobre los ojos, sobre la eternidad?
Granada, ¿Sigues allí?
Granada, ¡Adónde te has ido!
Escrito el domingo, 29 de abril, 2018
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